Trabajar con Marcelo ha sido una de las mejores inversiones que he hecho en mí mismo. Al principio no sabía exactamente qué esperar, pero el proceso superó completamente mis expectativas.

Marcelo es una persona muy cercana y profesional al mismo tiempo. Tiene esa rara habilidad de crear un ambiente de confianza donde te sientes cómodo explorando temas profundos, mientras mantiene un enfoque estructurado y efectivo.

Lo que más valoro es su versatilidad. Puede ayudarte con cosas muy prácticas como crear e implementar estrategias concretas para tus proyectos, pero también tiene la capacidad de ir más profundo y ayudarte a revisar bloqueos o creencias personales que muchas veces ni siquiera notamos que tenemos, y que no se alinean con los objetivos que queremos alcanzar en la vida.

En mi caso, descubrí creencias limitantes que eran barreras invisibles que me impedían apostar más fuerte por mí mismo. También aprendí a valorar mis esfuerzos de una manera completamente nueva. Siempre me había visto como alguien flojo y desorganizado, pero gracias a este proceso me di cuenta de que en realidad soy capaz de trabajar mucho y con dedicación. Lo que me faltaba no era disciplina, sino efectividad. Entender esa diferencia cambió todo. Juntos creamos diferentes sistemas de trabajo adaptados a mi forma de ser, y finalmente encontré lo que realmente funciona para mí. Ya no intento forzarme a métodos que no van con mi personalidad, y eso ha hecho una enorme diferencia en mis resultados.

Recomiendo totalmente trabajar con Marcelo si estás buscando no solo herramientas prácticas, sino también un cambio profundo en cómo te ves a ti mismo y lo que eres capaz de lograr.

Antes de partir el sentir colectivo era un grupo de “compañeros de oficina” con tareas aisladas y cero conexión real. Después de participar en estas sesiones rompimos esquemas: pasamos de silenciar al que levanta la voz a escuchar con curiosidad, a decir “qué increíble lo que estás haciendo” en lugar de “¿otra urgencia más?”. Aprendimos que compartir nuestras historias personales no es raro, si no que es muy necesario para sentirnos en confianza y atrevernos a dar el siguiente paso. ¿Y saben qué? Nos dimos cuenta de que ya somos personas con intereses en comunes, con ganas de mejorar, responsables y súper técnicos y buenos compañeros. Solo hacía falta crear el espacio para que aflorara lo mejor de cada uno.

Ahora tenemos un plan conjunto, un compromiso real de impulsarnos mutuamente y la serenidad de saber que no estamos solos. Gracias infinitas a nuestros tres coaches por guiarnos con su energía y sabiduría, y gracias a cada uno de los compañeros abrieron el corazón, aportaron con autenticidad y confiaron en el proceso.

Esta experiencia es solo el comienzo para una ola positiva, celebrar juntos pequeño logro y seguir construyendo juntos nuestro mejor equipo siendo la mejor versión de nosotros. Lo vivido es solo el comienzo!